jueves, 25 de septiembre de 2008

De por qué me aterran las fiestas



Se sabe desde antiguo que los dioses se aparecen en las fiestas, ya sean grandes o pequeñas. Uno cree que se esta divirtiendo pero los que en verdad lo hacen son ellos, ellos traman en las fiestas los cambios de destinos, ellos urden los "clicks" ( y también los deshacen), para ello sólo les bastan unas cuantas palabras, un gesto, una sonrisa, una mirada que creías inocente o provocadora, no interesa. Y si la estamos pasando realmente bien allí con más ahínco se mostrarán para hacernos recordar que en esa alegría esta el verdadero germen de lo terrible.
Eso siempre pasa, por ejemplo estamos sentados disfrutando de lo más bien una agradable cena, estamos entre viejos amigos y de repente el maestro sin perturbarse nos dice "uno de ustedes me traicionará".Uno se podrá quejar "¡caramba,pero si estabamos comiendo tranquilos!" Pero el mecanismo ya empezó a girar, imparable. Puede suceder también que estas en una fiesta familiar, disfrutando con los tuyos y recordando lo bendecido que siempre has sido en esta vida, cuando de repente se te acerca el viejo guardían de la casa, ya medio borrachito, te abraza y te susurra al oido "tú no eres el hijo de tu padre". Tú no sabes si reirte o tirarle un sopapo, pero lo dejas ir, total es un pobre senil. Termina la fiesta, te despides de la familia y cuando te toca abrazar a tu padre, ya no lo haces muy convencido; tu mente empieza a atar cabos, ya puedes resolver enigmas que antes no descifrabas, podrías ya enfrentarte a la Esfinge. Te sientes abatido pero con un nuevo poder, estas abriendo los ojos y ves. Te das cuenta que en verdad la realidad se te ha revelado y claro, esta no se revela así nomás: estábamos en fiesta.


1 comentario:

Magüi dijo...

hola me gusta tu blog..me gustaria invitarte a ver el mio..cocina para inutiles...gracias magui bye