miércoles, 1 de octubre de 2008

Las cosas a veces SON lo que PARECEN




Platón de un tajo dividió en dos lo que conocemos como realidad. Estamos en este mundo imperfecto que esta poblado sólo por apariencias, débiles reflejos de las cosas perfectas e imperecederas, las que realmente son. A estas últimas las llamó "formas" o "ideas" que pueblan un mundo del que no tenemos contacto directo, pero que es. Existen, no en los cielos como normalmente pensamos sino más bien como en una especie de quinta dimensión que atraviesa todo. El trabajo del filósofo es tratar de contemplarlas, es decir ver, limpiarnos los ojos de apariencias para poder acceder a la verdad, a lo real. Kant fue aún más radical, él tambien dividió el mundo en dos: el fenomenal (el mundo de los fenómenos, de las apariencias en el que estamos tú y yo) y el nouemenal (el mundo donde estan las cosas "en sí", las reales), pero para Kant nosotros, que somos poquita cosa, JAMÁS podremos acceder a lo noumenal. A lo más podemos actuar "como sí" tuvieramos cierto contacto con las cosas "en sí". Pero siempre trabajaremos con apariencias.

Ahora, ¿cómo le explicamos todo esto al pobre pollo?

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